Llevo más de 10 años como fotógrafo especializado en bodas, y necesitaba un salto de calidad sobre todo en ISO. Después de haber tenido toda la gama de Canon de 5D y encontrarme limitado en unos 1600 cómodos y 3200 algo forzados, estaba esperando el momento para poder mejorar este factor determinante para mi trabajo, en uno o dos pasos.
También estoy migrando todo mi equipo a sin espejo, ya que el peso y tamaño es fundamental, aparte del brutal AF y seguimiento de las cámaras de gama alta actuales.
Mi primer acercamiento con las sin espejo en Canon (ya que tardaron en subirse al carro) fue con la Canon RP y la verdad que quedé encantado, incluso he llegado a hacer bodas completas con esta cámara. Pero cuando salió la nueva gama R6 y R5 lo tenía claro. No necesito muchos megapixel, pero si quería un AF rápido, seguimiento preciso y un ISO a la altura. Y viendo que compartía sensor con la Canon 1Dx MKIII mis expectativas eran bastante altas.
La verdad que en principio fue toda una sorpresa, ya que apenas sabía hasta el último día lo que iba a recibir. El objetivo solo lo supe una vez recibido el paquete. Hasta cierto punto aumentó mucho el interés y «el hype».
Por otro lado, tenía muchas ganas de echar el guante a esta gama, de la que tan bien se habla y sobre todo, ver si realmente esos JPG directos de la cámara son tan buenos como me comentan.
He salido a la calle y la he dado caña: fotografía de paisaje, fotografía de street y también una sesión de retrato. En total han sido cerca de 3.000 fotos para poder compartir mis sensaciones.
Una de las sorpresas que te puedes llevar cuando usas una cámara analógica (de carrete), es cuando miras a través de su visor y lo ves todo borroso.
En ese momento no eres consciente del problema, empiezas a buscar el corrector de dioptrías y te das cuenta de que no lo hay ¿qué hago?
En este tipo de cámaras debes usar un visor con el ajuste de dioptrías que necesitas. Hoy en día es fácil saberlo, porque las cámaras actuales disponen de corrección manual directa y puedes comprobar más o menos si es negativo, positivo y cuanto. Sino aparece el número, debes recurrir al manual o internet, para comprobar cual es el máximo y más o menos echar cuentas de tu número. Te lo explico con un ejemplo.
En mis cámaras Canon uso siempre el máximo valor negativo. Revisando la información, me encuentro que ese valor es el -3. Si tu valor es intermedio, deberás realizar una medición aproximada.
El único problema de ésto, es que a veces no es fácil encontrar un visor con la corrección adecuada, en mi caso solo pude encontrar -2 y a la espera de encontrar el visor con -3, lo compré para probar.
Por ahora es más que suficiente, ya que puedo ver la información y la pantalla de enfoque perfectamente nítida.
Tened en cuenta, que la corrección de dipotrías no solo sirve para ver los valores de la pantalla correctamente, sino también la pantalla de enfoque. Esto es super importante, porque la sensación de ver borroso un enfoque perfecto es muy incómoda y hace que te genere dudas de si está enfocado correctamente.
Más adelante os contaré en un nuevo artículo, más datos sobre la cámara de carrete que uso, la Canon EOS RT.
Seguramente muchas personas se preguntan cual es el equipo fotográfico habitual para bodas. En mi caso os hablo personalmente de lo que me gusta usar y que ha ido cambiando a lo largo de los años.
También os digo, que aún habiendo pequeñas diferencias con respecto a otros compañeros, la similitud en términos generales puede ser mayor al 75%
Aunque empecé en el mundo profesional con la Canon 5D, pasando por la 5D MK2 y después dos 5D MK3, ahora le he cogido el gustillo a las cámaras sin espejo. Estoy muy contento con su menor peso, pantalla abatible y otras facilidades que nos ofrecen este tipo de cámaras, en mi caso la Canon RP.
La marca me da igual sinceramente, podría adaptarme a trabajar con cualquier tipo de equipo, solo necesitaría un mes de adaptación como mucho. He probado casi todos los modelos del mercado que se adaptan a mi trabajo, y puedo decir que todos tienen sus ventajas e inconvenientes fácilmente solucionables.
En cuanto a las lentes, siempre tiro de ópticas fijas por su gran apertura. En este caso opto por modelos USM, por su rápido enfoque, peso ligero y precio contenido. El que más me gusta es el 28 1.8 pues se adapta muy bien a las primeras horas de las bodas, en habitaciones y lugares con espacios reducidos. Después lo complemento con un poquito más de distancia focal, como es el 50 1.4 ó el 85 1.8 No suelo tirar con objetivos de mayor alcance.
Por supuesto, siempre tengo un equipo de respaldo por lo que pueda pasar. Trabajo con la Canon 5D MK3 y la RP, y una 5D MK2 de respuesto, así como un Canon 24-70 f2.8 que también se queda a la espera de alguna situación rocambolesca.
A esto le añado un par de flashes, un Canon 580 EX2 para usar en modo TTL y de relleno encima de la zapata de la cámara. Y un YN para usar de manera remoto para crear diferentes efectos, como luces de contra y flare.
Añadimos muchas tarjetas, baterías y un kit de limpieza por lo que pueda pasar.
Ya son más de 10 años haciendo bodas, con muchos trabajos a mis espaldas y por suerte (toco madera), nunca tuve un susto serio. En alguna ocasión he tenido algún error electrónico de la cámara, o problemas con los contactos del anillo de la montura, pero que siempre estuve ágil para resolver sin consecuencias.
Y para explicaros aún mejor mi equipo de trabajo, he preparado este video que espero os sea de interés.