Probamos los Canon RF 50 f1.2 y RF 28-70 f2

Desde que Canon anunció la montura RF pudimos ver claramente que era el nuevo sistema por el que iba a apostar no a largo plazo, sino ya. Las primeras cámaras entraron tímidamente, con unas características limitadas pero con un abanico de objetivos espectacular. Esto último fue lo que presagiaba que iban muy en serio.

Toda la nueva gama RF con el sello L tiene una construcción muy pareja, con un acabado negro que tiende a mate en objetivos de corto alcance y un anillo extra al que podemos elegir su función.

En términos generales se puede decir que son grandes, quizás más grandes que su equivalente en montura EF y ligerisimamente más pesados.

Pero vayamos por partes y hablemos de los siguientes objetivos el RF 50 1.2 y el 28-70 f2.

A finales de febrero Canon me envió dos magníficos objetivos que estaba deseando probar. El primero es una futura compra que tengo en mente, mientras que el segundo fue un bombazo el día de su lanzamiento.

Durante el directo del 7 de marzo de 2022 en mi canal de Twitch realicé un análisis para todos vosotros, contando los pros y contras, respondiendo vuestras dudas y comentando los trabajos realizados. Para quienes también busquen un análisis por escrito, podéis seguir leyendo.

Canon RF 50 1.2

Mi amor por este 1.2 viene de lejos, y es que hace bastantes años tuve la suerte de probar su versión EF 50 1.2 junto con la Canon 5D MK2. Un objetivo al que costaba sacarle partido a ese 1.2 pues resultaba complicadísimo atinar con el enfoque. Era lento y solo te dejaba gozar cuando conseguías disfrutar de un foco clavado y un bokeh disfrutón. Cerrando un poquito el diafragma te daba alguna que otra alegría, pero yo no quería una f1.2 sobre el papel sino en la práctica.

Podría decir que cuando me dispuse a probar el RF 50 1.2 tuve algo de miedo, pero la realidad es que no. El sistema electrónico de AF con la nueva gama R enfoca a la perfección hasta con objetivos de hace 30 años usando el anillo adaptador.

Dicho y hecho. Enganché el objetivo a la Canon R6 y me dispuse a disparar todas y cada una de las fotos a 1.2, bueno quizás no el 100% pero si el 99%.

Y pasó lo que tenía que pasar. Todas las fotos perfectamente enfocadas, pero no con retratos de medio cuerpo o de primer plano, sino a más de 5 metros de distancia y de cuerpo entero. Se me quitaron todos los miedos y comenzó ese momento de seguridad que todo fotógrafo necesita.

La definición a 1.2 me pareció de otro planeta, dejando en evidencia a mi Canon USM 50 1.4 incluso si cierro éste a f2.8 Simplemente no hay comparación alguna.

A 1.2 notaremos un viñeteo intenso pero para nada desfavorecedor. Alguna ligera aberración cromática morada en zonas de mucho contraste, como entre las clásicas ramas de un árbol con el cielo de fondo. Unos detalles difíciles de apreciar y que desparacen en el momento que cerramos un paso el diafragma.

El flare es direccional, manteniendo los tonos sin matices morados, con una línea progresiva esperada. Nada de deformidades y tonos extraños.

El tamaño y peso no me pareció desproporcionado, se deja llevar hasta cierto nivel de comodidad y resultaría ideal durante toda una boda.

La falta de estabilizador es algo que me dio algo de pena. No es imprescindible y más si usas la Canon R6, pero con la RP si que hubiera sido un punto a su favor. Más aún cuando encuentras el IS en la mayor parte de la gama RF, incluso en objetivos «de entrada».

Es silencioso, tiene buena rapidez de respuesta y la recuperación en pérdida de foco se siente ágil.

Después de un par de semanas de uso, me cuesta mucho volver a mi 50 1.4 pues el salto en calidad sinceramente es desproporcionado. El precio en comparación es casi cinco veces superior y quizás está siendo el principal «handicap» en los nuevos objetivos de gama L con montura RF.

Empezamos el estreno del 50 1.2 durante el rodaje de un programa para Canal Extremadura, que se retransmitirá hoy 18 de marzo de 2022 a las 22h. Estoy desando verlo y a la vez, algo nervioso.

Realizamos una sesión de novias improvisada en una localidad cercana a Navalmoral.

La semana siguiente coincidió con los Carnavales de Navalmoral, así que tuve un escaparete perfecto para comprobar la rapidez del enfoque, el bokeh y los colores.

Y pocos días después, realizamos un reportaje tipo book a Judith Sarró por las calles de Navalmoral.

Un objetivo que es imposible que pueda decepcionar a alguien. Sinceramente, os va a enamorar.

https://www.canon.es/lenses/canon-rf-50mm-f-1-2l-usm-lens/

Canon RF 28-70 f2

Y llegó la bestia parda, un objetivo que fue una revolución el día de su presentación y que sigue siendo todavía una de las joyas de la corona.

Se ha hablado largo y tendido de su tamaño y peso, pues es evidente que llaman la atención. Su kilo y medio de peso, con esos 95 mm de diámetro dejan con la boca abierta a cualquiera. Pero es que su apertura máxima de f2 junto con todo ese rango focal son sin duda un atractivo que a nadie le deja indiferente.

De nuevo volvemos a una lente pensada para trabajar a máxima apertura, sin aberracianos cromáticas, con una nitidez desde el centro a los bordes casi pareja y con una definición impresionante. Se puede decir que los resultados son espectaculares, no decepcionan en ningún punto.

El viñeteo se siente a f2 como es evidente, pero son detalles que hoy en día se corrigen con un click, por lo que jamás pensamos en ello. Además es agradable en el resultado final, por lo que es muy probable que no tengamos necesidad de eliminarlo.

El anillo de distancia focal es grande y muy preciso, lo que hace que por otro lado sea lento en cambios rápidos. Dicho anillo se puede bloquear para dejar el objetivo recogido.

El motor es muy silencioso, rápido y con una respuesta ágil.

Echo de menos el estabilizador que lo podemos encontrar en casi todos los objetivos RF y más en un objetivo de este peso y tamaño. Gracias a que la R6 tiene un estabilizador espectacular pero ¿y en la R ó RP?

El objetivo lo tiene todo, me parece ideal para cubrir una gran cantidad de trabajos, es de los objetivos más polivalentes que conozco sino el que más.

El único «pero» que le podría poner, es que lucha contra el RF24-70 f2.8 diferenciándose en unos puntos que pueden ser decisivos: tiene 4 mm menos de angular (puede hacerse notar), no tiene estabilizador, pesa 600 gramos más y cuesta 1500 euros más. Mientras que ganamos 0,8 en apertura, en el bokeh se nota muchísimo y su nitidez es asombrosa. Una difícil decisión sinceramente.

Lo estuve usando durante dos semanas en diferentes tipos de eventos, y quedé realmente encantado.

En esta ocasión fue la gala de entrega de premios del Carnavalmoral. Completamente de noche y en exteriores.

También durante el clásico entierro de la Sardina, posterior paseo por la feria y terminando con unos fuegos artificiales que me encontré de casualidad mientras recorría la calle principal.

Durante el book realizado a Judith Sarró fue determinante para unas fotos con un rollo más «urbano».

Es un objetivo ideal para eventos, en los que esos 4 mm de angular no son determinantes, pero si la apertura y el desenfoque. Incluso podría ser el sustituo de las lentes fijas en una boda.

https://www.canon.es/lenses/canon-rf-28-70mm-f-2l-usm-lens/
Written by Vicente Alfonso