El destino final

Todo trabajo tiene un final, algo que comenzamos lo debemos terminar y la forma en que se termine viene determinada por el destino final.

Por ejemplo, suponemos que el propósito final de una película es proyectar el trabajo en una buena sala, para que todo el dinero que nos hemos gastado en la producción sea apreciado al máximo, tanto en sonido como en imagen.

Pero ¿Cual es el destino final en fotografía? ¿Un monitor, un álbum de 20 euros, un álbum profesional?

Todo esto me vino a la cabeza pensando en los precios de los trabajos de bodas. Hay muchos trabajos que se ofrecen directamente en un pendrive, entregando así los archivos fotográficos en alta calidad y ahorrando en álbum. Y me imagino los problemas que pueden ocasionar y otros que he comprado directamente:

1. Es muy probable que una familia normal, no haya calibrado su monitor, ni sepa siquiera que es eso. Por lo que no sabemos como verán las fotos, posiblemente los tonos varíen a como realmente son.

2. Probablemente si imprimen una fotografía no van a saber sacar las tonalidades, ni usar las calidades del papel profesional que hay en el mercado, perdiendo textura y calidad en el formato final.

3. Encargar un álbum de 20-30 euros los cuales dan una calidad pésima en comparación con cualquier álbum profesional de fotografía. Por lo que las fotos perderán en definición, colores, textura en un nivel altamente alarmante.

Estos son uno de los principales problemas de la era digital, pero hay muchos más.

Ahora el trabajo que se entrega a un usuario final puede derivar en otros. Hace años, los trabajos se entregaban generalmente ya revelados en papel, y de nosotros dependía en el medio donde pegarlo, pero no variábamos el formato final.

Ahora las imágenes se entregan en JPG, editadas perfectamente, ajustados los colores y un largo etcétera, pero ese archivo se verá diferente en función del destino final que usemos para reproducirlo. Y ya sin contar que para revelar una archivo digital, no basta con llevar el archivo a la tienda de copias más cercana. Hay que realizar una edición concreta para un laboratorio en concreto y así sacar una fotografía lo más parecida a lo que veíamos en nuestro monitor.

Todavía hay mucha desinformación en la era digital, esa era en la que es más fácil que nunca realizar una fotografía, pero que es más difícil que nunca explicar que los medios de reproducción necesitan estar preparados para ello.

Written by Vicente Alfonso