Sólamente han pasado 15 días desde que dejé la cámara en el SAT y noto como si me faltara algo. Ya he tenido algún amago de salir a la calle para hacer fotos (ya que está haciendo unos días estupendos) y me he tenido que quedar con las ganas, después de acordarme donde se encuentra la susodicha.
También esto ha hecho que me diera cuenta de algo, y es que una vez te acostumbras a ciertas prestaciones de las reflex, ya no quieres volver para atrás. Y ni siquiera en esta situación, mi pequeña Canon IXUS 860 IS ha conseguido que la vuelva a sacar del cajón.