La fotografía de moda, según la gente de la que me rodeo es una de las preferencias de la mayoría. Fotografiar a personas con distintos estilismos es un vicio que cuando se empieza no se puede dejar y si además tienes la suerte de trabajar de ello, mucho mejor.
No es nada fácil conseguir un peinado, maquillaje, vestuario y modelo acorde con lo que uno busca, muchas veces simplemente se tiene una idea la cual es muy complicada de expresar y que va saliendo una vez se tiene la cámara en mano.
Hace unas semanas realicé una sesión de fotos a María García y como suele ser habitual, tuve la necesidad de usar varios flashes externos en determinadas situaciones.
Estuvimos hasta última hora de la tarde en exteriores (aparte de alguna que otra foto de estudio), por lo que al final tuve que usar obligatoriamente todo el equipo de iluminación.
Una de las fotos fue realizada en una piscina abandonada, totalmente a oscuras, por lo que era fundamental una buena iluminación, colocación y potencia. Y como a mi me gusta ver como los demás realizan sus trabajos, para aprender un poquito más, yo tampoco voy a pasar la oportunidad de mostraros como realicé el mio.