A través de la empresa K&F hemos tenido la oportunidad de probar el trípode K&F Concept, más concretamente el modelo SA254T1 que se compone de lo siguiente.
Es un trípode de columna vertical de dos secciones, con una de ellas adaptable a posición horizontal 90º. Algo que os resultará de especial interés si practicáis fotografía de paisaje, panorámicas, fotografía nocturna o incluso macro, invirtiendo la columna central.
Fabricado por completo en aluminio, con los cierres y bloqueos en metal. No es el trípode más ligero, pero se maneja y se mueve con mucha soltura.
Las patas se componen de cuatro secciones, con presión mediante rosca. Un sistema rápido a la par de cómodo. Prácticamente podremos estirar las cuatro secciones a la vez con un solo gesto.
Seguimos colaborando con foto321.com para hablaros sobre productos que me parecen interesantes en fotografía. Si tenéis interés en que pruebe algo concreto, no dudéis en escribirlo en los comentarios e intentaré traerlo a la web.
En todos mis años como fotógrafo, he usado siempre el cargador oficial de la marca de mi cámara. La verdad que nunca me había planteado otra opción, ya que no consideraba que hubiera una mejor.
El cargador inteligente es el modelo Nitecore UCN2 Pro, en este caso compatible con baterías LP-E6N de Canon. Los hay para otras marcas.
He tenido especial interés en este cargador porque ofrece algo muy interesante, como una lectura de la capacidad de las baterías, su temperatura y una carga doble.
Lo primero es muy interesante, porque nos informa de la degradación de la batería, cuando ya no es capaz de llegar a su carga máxima. También para saber si realmente se corresponde la carga con la que indica el fabricante.
La temperatura es un indicativo de estar trabajando en el ambiente correcto y si está por encima o debajo de los límites «normales». Sobre todo en alguna ocasión, si se alcanzan temperaturas muy altas, pueden dar algún problema de encendido o bloqueo de la cámara.
Y por último la carga doble, en mi caso que gasto una gran cantidad de baterías, es una gran ayuda para reducir el número de accesorios y agilizar la carga.
Resumiendo todo lo que podemos ver en pantalla: indicativo en tiempo real de la energia remanente, la carga en mAh y mA, estado de la bateria, voltaje de carga y temperatura de la batería.
La calidad de fabricación me parece adecuada, con estructura en plástico duro, con disipadores a ambos lados y una pantalla retroiluminada de fácil lectura. El material es retardante ante incendios. Aparte de ser más ligero y más barato que una estructura de aluminio.
La carga se realiza mediante conexión de toma USB. Y ha funcionando perfectamente tanto con baterías originales como de otras marcas.
A continuación unas fotos del producto.
Podéis encontrar éste y más accesorios de la marca en foto321.com
Una de las sorpresas que te puedes llevar cuando usas una cámara analógica (de carrete), es cuando miras a través de su visor y lo ves todo borroso.
En ese momento no eres consciente del problema, empiezas a buscar el corrector de dioptrías y te das cuenta de que no lo hay ¿qué hago?
En este tipo de cámaras debes usar un visor con el ajuste de dioptrías que necesitas. Hoy en día es fácil saberlo, porque las cámaras actuales disponen de corrección manual directa y puedes comprobar más o menos si es negativo, positivo y cuanto. Sino aparece el número, debes recurrir al manual o internet, para comprobar cual es el máximo y más o menos echar cuentas de tu número. Te lo explico con un ejemplo.
En mis cámaras Canon uso siempre el máximo valor negativo. Revisando la información, me encuentro que ese valor es el -3. Si tu valor es intermedio, deberás realizar una medición aproximada.
El único problema de ésto, es que a veces no es fácil encontrar un visor con la corrección adecuada, en mi caso solo pude encontrar -2 y a la espera de encontrar el visor con -3, lo compré para probar.
Por ahora es más que suficiente, ya que puedo ver la información y la pantalla de enfoque perfectamente nítida.
Tened en cuenta, que la corrección de dipotrías no solo sirve para ver los valores de la pantalla correctamente, sino también la pantalla de enfoque. Esto es super importante, porque la sensación de ver borroso un enfoque perfecto es muy incómoda y hace que te genere dudas de si está enfocado correctamente.
Más adelante os contaré en un nuevo artículo, más datos sobre la cámara de carrete que uso, la Canon EOS RT.
Para conocerlo a fondo, le hemos llevado de paseo nocturno, a la calle para fotografía familiar y hemos terminado en una boda tirando más de 3.000 fotos. Sin duda alguna, le hemos puesto a prueba en todo tipo de situaciones para sacar una conclusiones muy claras, que os detallo a continuación.
Empecemos por su presentación. Clásica caja de cartón de objetivo, donde en su interior vemos una funda robusta, semirígida de cremallera. Dentro encontraremos el objetivo, de un tamaño medio, con un peso que se deja notar (no podemos considerarlo ligero) con sus 950 gramos.
Su característica principal de diseño, es su lente curvada y su parasol fijo. Puede llegar a tener un aspecto de ojo de pez, aunque ya veremos más adelante que está lejos de esa distorsión característica.
En la propia estructura del objetivo encontramos el ya clásico botón para desactivar el AF y también información sobre la distancia de enfoque.
Buena construcción en general, con un tacto agradable que permite agarrarse con firmeza. Lo habitual dentro de la gama Art de Sigma.
El anillo de enfoque es amplio, infinito y con goma de estrías. Es sensible, pero con una presión justa para marcar bien la posición.