La fotografía hoy en día y mi zona de trabajo – video

Generalmente y gracias a internet, cada vez es menos habitual disponer de un rincón donde recibir a la gente, aunque no por ello para determinados tipos de clientes es bastante recomendable.

Tengo la suerte de contratar gracias a mi web, ya que los clientes que vienen a encargarme algún trabajo o se ponen en contacto conmigo, ya saben lo que se van a encontrar y no hace falta venderles la moto con un bonito local, que insisto, también ayuda.

Yo no vendo una imagen a pie de calle, vendo una imagen con mis trabajos, busco que la gente que me contrate lo haga por mis fotos. Eso hace que me esfuerce más por mejorar y ofrecer un trabajo cada día mejor. No quiero estancarme ofreciendo una calidad media-baja, que no me motive, para simplemente ofrecer un precio bajo y así hacer muchas contrataciones.

Hace tiempo tuve las cosas claras, buscaba un trabajo que me motivara, que me hiciera esforzarme día a día y no terminar siendo un conformista.

Si hay algo importante dentro de un trabajo, es sentirte valorado y así exprimirte y disfrutar de lo que haces. Si tu trabajo no te ofrece ningún tipo de motivación, acabas siendo un zombi esclavizado 8 horas al día, sin ningún tipo de ilusión. Yo no quería convertirme en eso.

Mi zona de trabajo es muy modesta, un pequeño despacho a pié de calle donde recibo a algunos clientes de la zona, con mi equipo de ordenadores y discos para editar fotografías, aparte de un estudio donde realizar algunos trabajos. Creo que es algo de lo más habitual hoy en día. La mayoría de fotógrafos que conozco de mi edad son chavales que no disponen de despacho, trabajan directamente desde casa y con una conexión a internet y web, que es su escaparate y zona de contacto habitual. Y no sólo eso, muchos de los fotógrafos más famosos que conozco a nivel internacional, trabajan directamente desde casa y sólo se desplazan para trabajar o quedar con el cliente en alguna cafetería.

En esto se está convirtiendo la fotografía actual, en un intercambio visual por internet y en una contratación por email. Ofreciendo muchísimas facilidades para empezar en el negocio a muchos grandes fotógrafos que por desgracia no tienen recursos.

Hace años el fotógrafo generalmente venía de familia, heredando el estudio y los clientes del padre.

Los tiempos cambian, cada vez los clientes tienen más claro lo que buscan, entienden más de fotografía y deciden contratar por la calidad del trabajo, no por la fachada.

Actualmente los fotógrafos nos forjamos a base de ganas, pasión y echarnos a la calle sin miedos, con toda la ilusión del mundo. Quizás sea una época complicada, pero no por eso no vamos a echar para atrás.

Si te apasiona la fotografía, si algún día quisistes ser fotógrafo, que no te quieten las ganas los tiempos que vivimos, acuérdate de las facilidades y medios de los que ahora disponemos, y haz realidad tu sueño.

Written by Vicente Alfonso