Elegir el objetivo adecuado

En la fotográfia hay una gran cantidad de estilos diferentes, y esto hace que muchas veces necesitemos un objetivo concreto para una foto determinada.

Es fácil al principio acabar comprando un objetivo todoterreno (para no cambiar de objetivo) o tener dos que cubran todos los rangos desde 18 hasta 300, pero en mi opinión no sería del todo acertado, ya que no estaremos aprovechando todas las posibilidades que nos brindan los objetivos construidos para un tipo en concreto de foto. Quizás en los comienzos no notemos diferencia, pero cuando vayamos siendo más exigentes esto será un serio handicap.

Creo que es importante conocer algunos tipos de objetivos y el uso para el que están destinados (generalmente), ya que cuanto más específico sea este, mejores resultados obtendremos (dentro de una misma gama).

1. Objetivos para retratos.

Se suelen usar focales largas, a partir de 90 mm (cuidado con el factor de multiplicación), a poder ser luminosos para no obligarnos a usar siempre el flash, ya que generalmente cuanto más larga es la focal, menos luminosa. El uso del 50 mm también está bastante extendido, aunque se dice que no es una focal para retratos.

También hay dos características para este tipo de objetivos: macros o softfocus.

Los primeros sirven para sacar todo el detalle posible, mientras que el segundo reduce este detalle para minimizar las imperfecciones y conseguir retratos más suaves. La elección va por gustos, pero en mi caso prefiero tener detalle y si es necesario quitarlo mediante software.

2. Objetivos para paisajes o arquitectura.

Aquí no hay vuelta de hoja, necesitamos un gran angular, un 10-20 ó un 12-24.

Con estos objetivos estaremos consiguiendo fotografiar objetos enteros o paisajes más amplios a distancias relativamente cortas. Se llegan a conseguir ángulos de visión de hasta 180º.

3. Objetivos para situaciones de poca luz. Fotografía callejera.

Cuando queremos objetivos que apuren al máximo la luz del día y así evitar el uso del flash para mantener la ambientación, no nos queda más remedio que buscar los que nos ofrezcan aperturas de diafragmas de 2 o menos, ya que este valor determinará la cantidad de luz que llega al sensor en un mismo periodo de tiempo.

A parte, estos objetivos producen un enorme desenfoque gracias a esos diafragmas tan abiertos, dando muy buenos resultados en retratos y en fotografía callejera.

Suelen ser focales de 50 mm, con tamaños muy pequeños y que pasan muy bien desapercibidos.

4. Objetivos para deportes y naturaleza.

Cuando lo que buscamos es alcanzar objetos que se encuentran muy lejos de nuestra situación, como aves en vuelo, en algunos deportes o cuando no es posible acercarnos al motivo que queremos fotografiar, no nos queda más remedio que usar focales largas (en el caso de cubrir varios rangos también las podremos llamar zoom).

Estas focales generalmente empiezan en los 200 mm y las puede haber de hasta 800 mm e incluso más. También se pueden añadir multiplicadores para aumentar aún más su alcance.

Hay que tener en cuenta, que cuanto más larga sea la focal menos luminosa será y habrá más probabilidades de que la foto salga trepidada, con lo que el uso de trípode o monopié suele ser más que recomendable.

5. Objetivos para ampliación.

En este grupo aparecen los objetivos macro. Se basan en conseguir una relación de aspecto 1:1, tienen una gran definición, y su uso suele ir encaminado a la fotografía de naturaleza (flores) y a insectos o animales de tamaños muy pequeños.

Los hay de varias focales, pero en este caso creo conveniente que cuanta más larga sea la focal mejor, y así poder disparar desde distancias algo más alejadas y evitar espantar (si es el caso) a algún insecto.

A estos objetivos se les pueden añadir tubos de extensión y aumentar aún más el detalle.

Y para terminar, si hay algo que he aprendido en la fotografía y que me costaba entender en un principio, es que lo más importante en un equipo fotográfico es la calidad de los objetivos. Y después de varias pruebas y comparaciones no me ha quedado duda alguna.

Written by Vicente Alfonso