Conoce Tu Cámara: la apertura

Hoy quería hablaros de la apertura y de su famoso número f, algo fundamental que debemos conocer en la fotografía ya sea como aficionado o profesional.

Saber combinar este factor, con la velocidad de obturación, y las especificaciones de nuestro objetivo, será una de las claves para conseguir mejores fotos, y más importante aún, conseguir la foto que realmente buscamos.

El número f nos indicará en un principio la luminosidad el objetivo y se encargará de llevar la luz a la cámara.  Puede venir expresado de dos formas:

1. En algunos objetivos zoom, la luminosidad puede variar en sus diferentes rangos, en estos casos se suele expresar de la forma 1:3,6-5,6. Estos número se corresponden a la máxima luminosidad en su focal más angular, y en su focal de mayor alcance. En este caso 3,6 correspondería a la focal más angular, y 5,6 la máxima apertura en su focal más larga.

2. Y la otra forma es la que se corresponde con todos los objetivos fijos, y algunos zoom, en los que la máxima apertura no varía en ninguna de sus focales. Se suele expresar de la forma 1:1,4 como en el caso del Sony 50mm f1.4.

Ahora bien, el número 1 que viene especificado en los dos anteriores casos, se refiere a la máxima luz que puede dejar pasar el objetivo, mientras que los números siguientes indican el máximo que deja pasar el objetivo.

Esta cantidad de luz va directamente relacionada con la velocidad de obturación, y dependiendo de estas combinaciones podremos realizar cualquier tipo de fotografía.

Pero la apertura no sólo influirá en la cantidad de luz que puede entrar en el objetivo, sino que también será el factor determinante para ajustar la profundidad de campo, algo de vital  importancia en la fotografía.

Cuanto más cerrado esté el diafragma (mayor número f) mayor profundidad de campo tendremos, y por lo tanto el enfoque será muy similar en todos los planos de la foto. También cuanta mayor profundidad de campo, mayor será la nitidez. Pero con una salvedad, y es que la mayoría de los objetivos consiguien su mejor nitidez cuando el diafragma está uno o dos pasos más abierto que su máximo. Ya que la difracción aumenta al cerrar el diafragma.

En el caso contrario, cuanto más abierto esté el diafragma, menor será la profundidad de campo, con lo cual tendremos un plano menor de enfoque, la nitidez se concentrará en muy poco espacio, y los desenfoques serán mayores. En objetivos con una gran apertura, tendremos la opción de conseguir fantásticos bokeh.

Ahora os voy a mostrar algunos ejemplos.

En este caso, buscaba una gran profundidad de campo, en la que el primer plano de la foto y el fondo salieran perfectamente enfocados, para centrar toda la vista en el paisaje y no sólo en un objeto en concreto. Para ello usé una f 14, y aprovechando que tenía mucha luz, no hubo problemas para dispara a pulso con una buena velocidad de obturación.

Por el contrario en la siguiente foto, tuve que usar una apertura muy grande ya que no había apenas luz, y también así conseguir desenfocar el fondo para centrar toda la atención en el rostro del personaje principal de la foto. Aparte, con aperturas tan grandes, se consigue un bokeh muy interesante. La apertura usada en este caso fue de 1,4. Aunque hay que tener cuidado, ya que el plano de enfoque en estos casos es milimétrico, y es fácil enfocar en una zona equivocada.

Como habeis visto, las posibilidades de configuración y efectos que se pueden conseguir manejando bien la apertura, son muy amplias. A partir de ahora, sólo queda salir a la calle y practicar.

Written by Vicente Alfonso