La velocidad de obturación es uno de los primeros ajustes que aprendemos o empezamos a conocer cuando nos interesamos por la fotografía. Esta velocidad se refiere al tiempo que tarda en abrirse y cerrarse el obturador, que es el encagardo de regular la cantidad de luz que llega al sensor. Con lo cual, será un factor determinante en el control de la exposición y también en el aspecto creativo.