Si queréis saber algo más, en Altfoto han escrito una entrada muy interesante.
Acaban de anunciar por parte de Canon una réflex con GPS y Wifi integrado. Hace poco Nikon por otra parte anunció la primera cámara con un sistema propio Android, al igual que Samsung.
El mercado de la fotografía se está moviendo en una peligrosa dirección, la que en su momento enganchó a la telefonía móvil. Para compartir ya tenemos móviles fantásticos con cámaras en algunos casos mejores que las compactas de gama baja. La pregunta es ¿También nos van a meter todo esto en una réflex?
La integración de GPS por una parte la veo inminente en la mayoría de las nuevas cámaras que salgan al mercado de una gama media-alta. Hoy en día con la cantidad de programas como Lightroom que usan coordenadas para guardar en un mapa la localización de las fotos, me parece algo fundamental. Es una forma cómoda y rápida de tener localizadas todas y cada unas de nuestras fotos en cualquier lugar del planeta. Ya sea para curiosear o para recordar determinadas zonas para futuros trabajos.
¿Wifi? Vale, está bien, aunque no me imagino pasar 50 Gigas de fotos a través de la red, si ya es lento usando un FW800, no me imagino la de horas que estaría esperando a exportar esa cantidad de información. Quizás para temas de prensa sea una idea fantástica, para enviar rápidamente JPG a los diferentes medios. Pero ¿De verdad se van a quedar ahí? «Habrá que aprovechar esa conexión con la red» pensarán las empresas. Y no me extrañaría ver en un futuro cercano, conexiones con ¿Instagram?, ¿Facebook?, ¿Twitter? Os imagináis un instagram en el que la gente pudiera enviar directamente las fotos con su réflex de 3000 pavos. Pues eso.
La sensación que tengo es que intentan llegar a un punto en común tanto móviles como cámaras, salvando las diferencias. La red está unificando las tendencias e infectando cada dispositivo que sale con un sistema operativo.
Quizás en unos años las pantallas de todas nuestras cámaras sean táctiles y con un sistema operativo propio de cada marca, o adaptado de otra empresa.
Me imagino en medio de una boda un aviso en pantalla con la última actualización de una app, un tweet o un reinicio inesperado por fallo de algún archivo del SO. ¡Horror!
Por ahora en ciertos electrodomésticos estamos a salvo de los reinicios, cuelgues y fallos más habituales por no usar un sistema operativo. Quizás en ciertas materias sea necesario, pero en fotografía creo que sobra, prefiero seguridad y estabilidad.
¿Pánico a la tecnología?
Hace años Canon y Nikon tuvieron la loca idea de crear cámaras FF con los requisitos suficientes para la mayoría de los profesionales, equipos de poco más de 2000 euros el cuerpo, un chollo para entrar en la gama pro sin tener que preparar una hipoteca.
Antes de esas cámaras FF el escalón que todo «pro» tenía que pisar para dedicarse profesionalmente a la fotografía con unos valores aceptables y FF, tenía que ser de 4000-5000 euros por cuerpo. De repente aparecen unas cámaras a mitad de precio, con una calidad fantástica y que acabó siendo el escalón mayoritario entre los profesionales.
Esto supongo que puede suponer un problema, acerar un segmento de un precio más o menos «aceptable» en el sector profesional e incluso para algunos aficionados.
¿Qué ha ocurrido? Pues lo que tenía que ocurrir y escribí en esto blog hace bastante tiempo. Después de Canon sacar la 5D y 5D MK2, decidió sacar la MK3 pero con un precio bastante superior a lo que nos tenían acostumbrados en esta gama. Para después presentarnos la nueva 6D que ha sido anunciada hoy oficialmente. Un sector que lo llaman «aficionados exigentes» a un precio al que anteriormente estaban unas cámaras definidas como la entrada al mundo «pro». Nikon por supuesto hizo lo mismo después de sacar la D700 y la D800. Un escalón intermedio con la D600.
Por lo tanto, ahora tenemos unas cámaras inferiores técnicamente al precio que antes teníamos unas cámaras superiores. Y unas cámaras fantásticas para el sector profesional que han aumentado casi un 50% su precio inicial.
Si eres un «aficionado con exigencias», ahora tienes una Canon 6D FF que seguramente sea una cámaras fantástica al precio de 2000 euros. Y si quieres una FF para «profesionales» tienes que gastarte 3000 euros. Aquí vemos que nos han clavado una gama en FF intermedia con la que han aprovechado para subir los precios y así diferenciar un sector FF que crearon sin darse cuenta.
Se acabaron las mk por poco más de 2000 euros, ahora tenemos las cámaras para aficionados exigentes.
Está claro que la tecnología en las cámaras y sus sensores han avanzado a pasos agigantados en estos últimos años, la diferencia de una reflex de iniciación actual a una de hace 4 años es enorme, en cuanto a AF, ISO así como nuevas opciones antes impensables.
Pero algo que antes iba a la par, ahora se ha superado a sí mismo, hablo de los programas de edición del RAW y el rango dinámico.
Lo que antes en una foto bastante sobreexpuesta o subexpuesta tenía difícil solución, ahora tenemos correcciones perfectas de mínimo ¡2 pasos de exposición! o lo que es lo mismo, si teníamos que haber disparado una foto para exponerla correctamente a una velocidad de 1/800 y la hemos cagado rotundamente con una velocidad de 1/200, podremos corregirla manteniendo los mismos niveles de ruido, colores… etc con tan sólo desplazar una barra. Y esto en el caso de un rango dinámico de 2EV, en cámaras de nivel medio como la Nikon D7000 he leído que se puede corregir hasta 3 pasos y no dudo que haya cámaras con unos márgenes superiores.
Esto no sólo hace más sencillo el tratamiento de imágenes, sino que también nos da nuevas opciones artísticas de exploración después de todo el proceso de captura.
Hace ya un tiempo hablé de las bondades de lightroom 4, con sus nuevos algoritmos para la corrección y mejora de la exposición, tanto en sombras como en altas luces, una mejora brutal con respecto a su versión anterior. Esto nos ayuda a sacar un mayor rendimiento de nuestra cámara y fotografías, llegando a alcanzar los límites de nuestros sensores.
¿Hasta que punto todavía los software de revelado del RAW nos están limitando en la edición? ¿Es posible todavía sacar un mayor partido a la tecnología actual de nuestras reflex?
Está claro que ese software es el principal «cuello de botella» para una edición más agresiva y perfecta. El ejemplo lo tengo con mi Canon 5D MK2, empecé editando sus RAW con lightroom 2, después pasé a lightroom 3 y ahora lightroom 4, la variación en la recuperación de altas luces y sombras es muchísimo mejor y mi cámara sigue siendo la misma. Por lo que es evidente que el software es el principal responsable del margen de edición que tendremos de nuestros RAW.
Esperemos que esta tendencia de no quedarse el software por detrás de la tecnología de las reflex se mantenga y podamos sacar el máximo partido a las cámaras más actuales.