Siempre que se realiza un seguimiento de un evento tan desenfadado y alegre como es un Carnaval, no puede faltar nunca algún momento especial y que se recuerde con una sonrisa dibujada en la cara. Y este año tuve también el mio.
En la zona donde seguía el transcurso del desfile, podía divisar a lo lejos las peñas que iban a pasar por mi zona, y así estar preparado en función del tipo de coreografía.
A lo lejos, divisé un pequeño grupo lleno de colorido, que se movía lentamente hasta que de repente explotaban en una carrera. Casi sin darme cuenta veo que se habían lanzado hacia varios fotógrafos que se encontraban en una zona por encima mía pidiendo fotos. Era una peña según tengo entendido de Badajoz, y lo que hacía, era correr hacia las cámaras, gritando «¡¡¡¡foto, foto!!!!» y posando de distintas formas super divertidas.
Cuando ya daba por terminado el momento y pensaba que había perdido mi oportunidad, me vieron en medio de la calle y salieron todos corriendo hacia mi para que les retratara. No dudé un segundo, me coloqué al instante y les lancé varias fotos seguidas. No tuve tiempo para reaccionar y cerrar la apertura un poquito más, pero aún así, quedaron unas fotos super originales.
La historia además, la tengo retratada por fotos, y os cuenta lo mismo que os acabo de escribir en las líneas anteriores.

En este momento los veo correr y posar para otros fotógrafos.

Hago otra foto ampliando el plano, para que se viera lo que estaba ocurriendo en la escena.

A los pocos segundos bajan corriendo hacia mi. No pierdo la oportunidad.

Finalmente se alejan, después de haber dejado a su paso una bonita historia.