Ayer miércoles se terminaron los carnavales, una de las fiestas más grandes (sino la que más, al menos para mi) de Navalmoral de la Mata.
Como todos los años, gracias a la gran pasión que ponen todas las peñas, a su gran trabajo y esfuerzo, hacen que siga siendo un espectáculo digno de ver y que recomiendo a todo el mundo visitar una vez en su vida.
Gracias a todos por convertir por unos días a Navalmoral en un lugar lleno de colorido e ilusión.
Hoy termino el recopilatorio de fotos, con una galería de fotos del desfile del martes.
Quizás la fotografía de bodas es la gran desconocida en cuanto a los sistemas de iluminación. Generalmente se tiene la idea de que no es necesaria la iluminación artificial, excepto en esos casos en los que hay poca luz.
Por otro lado también se tiene la idea erronea, de que se trabaja con un flash colocado en la zapata de la cámara o en un brazo sujeto a la cámara. Pero no es así.
Actualmente en la fotografía de boda también se usan softbox, beauty dish, iluminación continua y un gran sin fin de medios para conseguir los resultados que estamos buscando.
Ya no basta con que se vea la foto, ahora queremos manipular la iluminación y conseguir resultados como los que podríamos conseguir en estudio.
En todos mis reportajes uso varios tipos de iluminación y entre ellos se encuentra un softbox como el que podemos usar en estudio. Es ideal para conseguir una iluminación muy homogénea, delicada y suave, nada que ver a lo que se consigue con un flashazo directo con un speedlight sin ningún tipo de accesorio adicional.
Por supuesto que también aprovecho al máximo la luz del atardecer, con unos hermosos colores cálidos que no se pueden dejar escapar. Es sin duda la hora que más me gusta para hacer fotos, pero no por ello hay que olvidar de la cantidad de medios de los que disponemos los fotógrafos hoy en día.
Como podéis comprobar, hay momentos del atardecer que no es posible aprovechar sin luz artificial. En este caso necesité ISO 800 y un softbox a la derecha de la cámara para iliuminar a la pareja y conseguir además sacar esos colores anaranjados fantásticos del atardecer. Pero en otras ocasiones con luz suficiente para trabajar sin flash, se pueden conseguir con éste resultados más espectaculares. No os limitéis a iluminar sólo en los momentos con poca luz.
Por supuesto, la iluminación es un campo muy amplio y tiene muchas variantes. Esta es una de ellas.
Hace apenas un mes que recibí el libro Captura digital y revelado de RAW por medio de Hugo Rodriguez, al cual se lo agradezco muchísimo.
Para empezar, no soy un apasionado de los libros de técnicas fotográficas, que no hacen más que copiarse unos de otros, contando pocas novedades y en la mayoría de los casos, ninguna. Pero siempre hay libros que por una u otra razón me terminan por llamar la atención y me apetece leer.
Si este libro entró entre una de mis preferencias fue por su autor, de sobra conocido en internet y al que he vistiado su web en incontables ocasiones para informarme sobre temas de color, calibración… etc. Si hay algo que tiene Hugo Rodriguez, es que es un investigador nato, le gusta comprobar por si mismo las casusas y efectos, y esto hace que sus artículos sean personales y diferentes al resto (algo que busco siempre en los libros que leo sobre fotografía).
Centrándonos un poco más en su libro, el cual lo conocí a través de internet, me decanté por esta edición por su contenido, como imagino el resto de lectores. Un libro te interesa por lo que en él se cuenta o por lo que pensamos que nos va a contar una vez leído el índice y alguna que otra reseña.
Por otro lado y algo que recuerdo que le interesó a su autor que criticara (y ahora entiendo el porqué) es la maquetación. Algo que quizás a veces queda en segundo plano y no se tiene en cuenta, pero que una vez le echas un vistazo, puedes comprobar la especial dedicación que debe llevar ciertas decesiones.
En este caso en la maquetación se ha preocupado por tener imágenes a un tamaño adecuado para su lectura, sin esos números o imágenes borrosas que en algunos casos pasan desapercibidas. Su autor me dio a entender, que se siente muy satisfecho de haber conseguido que cuando en un tema se señala una imagen en particular, podamos verla directamente en esa página o la siguiente y no estar buscando en los índices o entre las páginas, como pasa en algunos libros, que acabas encontrando la imagen sin acordarte de la referencia.
En cuanto a la estructura del libro, quizás al leer echo en falta algunos grados más de apertura entre páginas. Tapa blanda pero con una delicada y elegante presentación. Creo que la foto elegida (fantástica), así como los colores le dan un aspecto serio y elegante (todo completamente negro, con unas finas líneas de luz).
El tacto de este tipo de páginas siempre me ha producido algo de manía, ya que siento al pasar los dedos o uñas una sensación parecida al rechinar de una tiza en la pizarra. Y por desgracia, es algo que se usa prácticamente en todos los libros que he leído sobre fotografía. No sé quién y porqué se toma esta decisión. Aunque según me comenta su autor, el papel se llama estucado y es el de mayor calidad que podemos encontrar actualmente.
Como en todos los libros, o al menos que yo conozca, cuenta con solapa, que se usa como marcapáginas.
Dejando a un lado la calidad general de la encuadernación, entraremos en materia y en lo más importante, el contenido.
Comentaba al principio que si me decanto por un libro, es por la temática que se va a tratar. Ésta se basa en aspectos en parte conocidos y otros no tanto dentro del revelado del RAW y la toma de la fotografía, aunque esto último era algo que no me interesaba y al final ha sido más interesante de lo esperado.
El libro comienza con un primer capítulo muy escueto y básico sobre ciertos aspectos a tener en cuenta a la hora de configurar la cámara. Algo que irá «in crescendo» según vayamos avanzando en la lectura y que siempre será complemento del resto. Me resultó bastante básico para lo que ya conocía, aunque siempre con algún concepto interesante que aprender.
El segundo capítulo es bastante grueso en su lectura, aquí se mete de lleno en temas matemáticos y demostraciones sobre la imagen, sensores, el RAW, bits e incluso se atrave a tratar el tema sobre la elección de ordenador ¿Mac ó PC?, interesante ¿Verdad?.
Si bien es cierto que en la lectura del segundo capítulo tuve algún partón, pues llega a ser a veces muy técnico, su lectura cada vez me resultó más interesante, pues son datos y comprobaciones poco habituales de lectura en la mayoría de los medios y que siempre es importante intentar entender. Algo de parte histórica, y muchos conocimientos.
Es curioso como a veces leyendo el libro te encuentras entre unas páginas sencillas y fácilmente asimilables, para cambiar radicalmente a un tecnicismo bastante duro y nada asequible para aficionados a la fotografía con conocimientos muy básicos. Aquí es donde el autor pone de manifiesto su amplico conocimiento en la materia.
Aunque este tema lo aclara el autor desde el principio, no es un libro para adentrarse en la fotografía, sino para sacar más rendimiento a ésta, una vez la conocemos más a fondo. Y no hay dudad, de que en ciertos momentos es así e incluo más técnico de lo que podíamos esperar en un principio.
Para todo aquel que le ineteresen los datos, matemáticas, demostraciones y un poquito de historia, el capítulo 2 es sin duda la parte obligatoria de una relectura. No es asimilable con el primer vistazo. Y de verdad que se agradece que a los fotógrafos nos lo pongan un poquito más difícil de vez en cuando y salgamos de los datos habituales y simplistas.
Después de una dura lectura, pasamos a uno de los capítulos estrella y del cual tenía más ganas, el balance de blancos. Un detallado análisis sobre el WB, un concepto realmente importante y que muchas veces no se le presta la suficiente antención. Quizás, después de la lectura del libro de Hugo, cambiarás radicalmente en la forma de usarlo (yo apostaría a que lo harás).
A veces pensamos que un mínimo ajuste o simple cambio, no tendrá suficiente repercusión en nuestro trabajo final, pero sinceramente, quizás necesites leer un libro así para sacarte de dudas y hacerte ver que hasta el más mínimo detalle es importante en la copia final.
El siguiente capítulo no menos interesante (si, el libro según avanza se va volviendo más y más interesante) trata a fondo el histograma, la exposición, medición y otros tanto conceptos directamente relacionados con la luz. Y sin luz no hay fotografía, así que tú sabrás la importancia que le das.
El libro termina con un quinto capítulo que prácticamente equivale a la suma de los otros cuatro (en cuanto a páginas se refiere). Un completo estudio sobre los pasos necesarios para realizar un buen revelado. Explicando detalladamente la función de muchas de las opciones que habitualmente utilizamos, pero que no sabemos que función realizan internamente.
En este último capítulo me ha gustado que tratara el tema de la influencia de los distinto ajustes en la edición. Me estoy refiriendo a lo que muchas veces hemos pensado pero no hemos sabido a ciencia cierta, y es saber si variando ciertos valores del RAW antes o después puede ser determinante a la hora de trabajar. Veremos como hay ciertos ajustes con los que empezar y que son de vital importancia a la hora de revelar correctamente un RAW. Un método de trabajo a lo que él ha bautizado como «criterio de revelado universal», con el cual evitaremos tener que repetir ciertos ajustes una vez hayamos modificado otros.
En líneas generales y a modo de resumen, un libro bastante técnico, de una lectura bastante dura en ciertos momentos y con conceptos muy interesantes de los que aprender. Un comienzo muy narrativo y explicativo, que termina con ejemplos y pasos detallados sobre el revelado de RAW.
Como en todo libro, siempre habrá apartados que no te expliquen nada nuevo, pero de los cuales siempre sacarás algo más en claro. Y por supuesto, otros apartados en donde tendremos una cura de humiladad y reciclado necesario, fotográficamente hablando.
Su autor trata de enseñarnos a preparar nuestra cámara y conocmientos desde la captura de la imagen hasta el resultado final, el cual guardaremos en formato digital. Con unos conceptos muy interesantes sobre el color y el histograma.
Un libro con el que he aprendido cosas nuevas, he refrescado otras tantas y que estaba seguro que viniendo de Hugo Rodríguez un experto en esta materia no iba a quedar decepcionado.
Casualmente terminé de leerlo justo antes de los regalos de Reyes, no te voy a dar más pistas.
En España lo conocemos como Croma o clave de color, se trata de usar una base de color sólido, el cual puede ser sustituido con facilidad, ya sea por el contraste con el objeto que se quiere recortar, o por su facilidad de selección usando canales.
El corma se usa mucho en bodegón o ya en trabajos muy concretos, en los que generalmente por presupuesto, no se puede viajar a cierta localización. Por lo tanto, tranquilamente en estudio, con un buen set de iluminación y croma, podremos emular cualquier tipo de situación. Por supuesto, el croma no lo hace todo, sino que tendremos que tener unos buenos conocimientos de edición, para que nuestro trabajo luzca lo más realista posible.
El principal problema de su uso, sobre todo en grandes tamaños de fondos croma es la correcta iluminación, pues cualquier zona que no tenga exactamente la misma iluminación que el resto, podrá darnos problemas a la hora de trabajar en la edición. Se necesita por tanto, que la iluminación sea exactamente igual en cualquier punto del croma, para mantener ese color uniforme que es el encargado de falicitarnos el trabajo de postproducción y que es principalmente en lo que se basa la clave de color.
Usos habituales que podéis ver a diario, es en los telediarios, donde aparece el parte meteorológico. Por lo general, el presentador se encuentra delante de un fondo chroma key, donde no ve absolutamente nada, guiándose mediante un monitor que se encuentra fuera de la vista del espectador.
Generalmente su uso más frecuente es en cine y en grandes producciones.
Para terminar, os voy a mostrar un video donde poder ver algunos de estos «trucos».