Que se te queme el pelo mientras la novia está haciendo la entrada en la iglesia. Venga, va… imposible… ¿No?
Pues echad un vistazo al siguiente video para salir de dudas.
Photographers hair on fire from Beyond Measure on Vimeo.
Vía | Petapixel
Que se te queme el pelo mientras la novia está haciendo la entrada en la iglesia. Venga, va… imposible… ¿No?
Pues echad un vistazo al siguiente video para salir de dudas.
Photographers hair on fire from Beyond Measure on Vimeo.
Vía | Petapixel
En fotografía llamamos paso a la diferencia del doble o mitad de luz que entra en nuestro sensor. Para saber cuales son estos valores, hay unas operaciones matemáticas que se deben realizar con la velocidad de obturación, apertura e ISO que arrojan los siguientes números.
Velocidad de obturación: …1/50, 1/100, 1/200, 1/400, 1/800, 1/1600…
ISO: …100, 200, 400, 800, 1600…
En los dos primeros, la operación es tan sencilla como multiplicar o dividir por dos, para tener la mitad o el doble de luz.
En cuanto al diafragma, la operación es más compleja y arroja los siguientes valores:
Apertura: f1, f1.4, f2, f2.8, f4, f5.6, f8, f10, f11, f16…
Pasar de cualquiera de los valores anteriores al siguiente o al anterior, se le llama paso. Cerrar un paso el diafragma dejará entrar la mitad de luz y viceversa. Aumentar un paso la velocidad obturación dejará entrar la mitad de luz y viceversa. Aumentar un paso el ISO dará el doble de luz y viceversa.
La Ley de Reciprocidad establece una relación lineal con dichos pasos entre 2 variables.
Por lo tanto, supongamos que para exponer una foto correctamente yo uso los valores 1/400, f2.8. Si yo quisiera una velocidad de obturación mayor como por ejemplo 1/800, en el supuesto de que quiera congelar un objeto en movimiento que sólo me lo permite esa velocidad o superiores, y quiero tener la misma luz que con los valores anteriores, sólo debería conocer los pasos y la ley de reciprocidad para realizar los cambios sin problema.
Usando la ley de reciprocidad, nos quedaría que a 1/800 y f2, tendría exactamente la misma luz que usando 1/400 y f2.8. Lo mismo se podría hacer usando ISO y velocidad, ISO y apertura… etc.
Hay que tener en cuenta, que en las cámaras de hoy en día se puede regular la velocidad, apertura e ISO en pasos, en 1/2 paso y 1/3 de paso. Yo uso siempre la configuración de 1/3 de paso, para tener una mayor precisión a la hora de ajustar la luz.
La semana pasada me acerqué a un Burger King a comer, días de esos que se hace tarde y quieres comer algo rápidamente.
Pues bien, hace poco vi el anuncio de una nueva hamburguesa con una pinta increíble, aunque ya sabemos que lo que vemos en la tele y en fotografía es una cosa, y la realidad es otra. Así es el marketing.
Esto fue lo que decía Burger King que me iba a comer y esto fue lo que me comí:
Aunque en la imagen pueda parecer que la hamburguesa de abajo tiene un tamaño aceptable, ya os digo yo, que es bastante más pequeña de lo que parece y por supuesto, nada que ver con el cartel donde la anunciaban.
Un ejemplo más de marketing y publicidad en fotografía.
Cámaras, objetivos, un sin fin de cacharros se acomodan en las estanterías del estudio. Llega el Otoño, una fuerza invernal se apodera de nosotros, una pereza que deja atrás el descanso del verano, para entorpecer estos meses con algún tipo de decadencia fotográfica.
Meses y meses de duro trabajo que se han ido acumulando para llegar a un relajado Diciembre que se encuentra a la vuelta de la esquina.
Estas fechas para muchos fotógrafos se basan en marketing, publicidad y reflexión sobre su trabajo. Reflexionar sobre lo bien o mal que se ha dado el año y pensar en la nueva forma de publicitar su trabajo.
No sólo es importante trabajar y hacerlo bien, sino que también es importante invertir un porcentaje de las ganancias en darse a conocer, ya sea a través de la red o en medios más «analógicos» (por decirlo de alguna forma), papel, radio, televisión, todo vale con tal de acercar a más gente a tu fotografía.
Siempre he dicho que para mi el marketing no se trata de convencer a nadie de que contrate mis servicios, sino de acercar a la gente a mi trabajo, el cual debe hablar por mi y por lo cual el cliente tendrá total libertad sobre si me contrata o no. Yo no quiero vender humo ni la moto a nadie, mis fotografías son mi trabajo, es lo que mejor sé hacer, si esas fotos se adaptan a lo que alguien siempre soñó para su reportaje, aquí estaré para resolver todas sus dudas, pero no para convencerle de algo que no quiera.
Es por esta razón, que ya varios amigos me han dicho más de una vez «eres fotógrafo, no eres comercial». Y en cierta manera es así, creo que no soy un buen vendedor, no siento la necesidad de convencer a nadie de que me contrate, simplemente quiero que vea mi trabajo, vea lo que soy capaz de hacer y él decida, sin más. Por supuesto que si me preguntan, haré todo lo posible para que le quede claro cualquier aspecto de mi trabajo y que también entienda que soy un enamorado de la fotografía, y que cuando se trabaja por amor, por pasión, las cosas siempre salen bien.
Todavía me sale una sonrisa cuando recuerdo algunas caras de las parejas que he retratado, caras de asombro, que seguramente se preguntaban «¿Cómo puede estar trabajando con esa felicidad?» corriendo para arriba y para abajo, sonriendo, hablando, con esa expresión de niño pequeño cuando sus padres le regalan ese juguete con el que siempre soñó. Soy así, me encanta hacer fotos y lo último que pienso en ese momento es que estoy trabajando y tengo que vender una imagen. Mi imagen es mi fotografía, no soy un comercial. Lo siento por esos trabajos que he perdido por no vender la moto, por no vender esa pizca que a veces necesita el cliente para decidirse, pero soy así.
Aunque aún queda mes y medio para terminar el año, puedo decir sin ningún tipo de duda, que ha sido mi mejor año fotográfico con una diferencia gigantesca con respecto a años anteriores. He realizado muchos trabajos, he aprendido muchísimo (tanto para bien como para mal), he realizado trabajos que nunca pensé que sería capaz y ahora aquí me tenéis, el fotógrafo más seguro del mundo para volver a realizarlo. Hacer las cosas bien da mucho trabajo, al final el mejor marketing es el boca a boca, trabajos que llaman a más trabajo, clientes contentos que traen a nuevos clientes, así es el día a día, muy lento, con una pequeña ascensión, pero que nunca decae.
¿Cómo se espera el 2013? Pues quiero ser optimista, para ciertas cosas está siendo más lento que el 2012, pero veo que al final llegará a ser igual de bueno o mejor que el 2012. Debemos tener confianza en nosotros mismos, trabajar duro y no habrá ningún año que se resista. El próximo año será tan bueno como nosotros queramos, sólo tenemos que seguir adelante, y si nos encontramos con un muro, escalarlo y seguir adelante.
En mis años como fotógrafo me he encontrado con muchos muros que he tenido que escalar, a veces me he chocado de lleno y me ha costado solventarlo, pero al final, si uno tiene ganas y quiere seguir trabajando en lo que ama, siempre conseguirá solucionar cualquier tipo de problema.
También hay que decir que cuando a uno le va bien en su profesión, no todo es maravilloso y de color de rosa. Hay días e incluso semanas de mucho estrés, muchas preocupaciones, no hay un sueldo a final de mes y a veces puede llegar a preocupar bastante. Hay días de tirar la toalla, hay días en los que te sientes el más afortunado del mundo. Pero al final, termina el año, hay que hacer un balance y por ahora, siempre sale positivo.
Ninguna profesión es fácil, pero siempre será mejor cuanto más disfrutes realizándola.