Fijos o zum, reflexión en voz alta

Uno de los debates internos que estoy teniendo actualmente es la compra de una serie de lentes fijas para unos trabajos específicos. Aunque para fotografía de estudio funciono muy bien con mis flashes Elinchrom y los zum Canon 24-70 y 70-200, cuando llegan ciertos tipos de trabajos noto la necesidad de una óptica fija.

No estoy hablando de conseguir una mayor nitidez o calidad de la imagen, pues con los dos zum anteriores tengo una calidad de sobra, pero si que echo en falta la apertura que me dan las lentes fijas, sobre todo en focales como el 200mm que en mi caso es un f4, algo bastante difícil de usar en el interior de una iglesia en una boda. Y aunque tengo una focal fija de 135mm f2.8 que no suelo usar muy a menudo, es posible que le de otra oportunidad.

Por lo tanto me planteo dos juegos de lentes, uno para trabajos de estudio y exteriores (con los zum que ya poseo), y otro para trabajos exclusivamente de bodas.

En bodas dado que es muy frecuente realizar fotos en zonas con muchos objetos molestos alrededor y disparar en localizaciones con muy poca luz, es evidente que se necesitan objetivos de aperturas muy grandes, ya sea para desenfocar los objetos molestos o para captar más luz.

El problema llega a la hora de elegir el juego de lentes. Está claro que si el dinero no fuera un problema, tendría la elección bastante clara, un 24 1.4, 35 1.4, 50 1.2, 85 1.2, 135 f2 y 200 f2.8 y luego ya me llevaría las lentes que me apeteciera según el día. Pero como no tengo 8000 euros para comprar ese pedazo de juego de objetivos, tengo que optar por como mucho tres lentes y a buen seguro no van a ser L (el top de Canon).

Entonces empezamos a pensar, un 20mm f2.8 para conseguir unos planos muy generales en interiores o usar el 24mm de mi 24-70 y así me ahorro un objetivo.

Luego llega una de las dudas más importantes ¿Un 50mm f1.4 ó un 85mm f1.8? Teniendo un 24-70 f2.8 aún a falta de una mayor apertura, pienso que el 50mm no es tan necesario y que el 85 1.8 me vendría mucho mejor, aparte lo podría combinar con el 135 f2.8 para tirar planos más cerrados. Pero el 50mm f1.4 tiene una focal muy versátil con la única desventaja que para planos muy cerrados hay que estar muy cerca del sujeto principal.

Luego no estaría mal un 200mm y el 135 f2, pero ahora mismo creo que son los más indispensables.

Como mal mayor si me confundiera en la compra, se podría vender la óptica de segunda mano sin perder mucho dinero y así optar por otra que se adapte mejor a mis necesidades.

Esto que os estoy contando, es una reflexión en voz alta de algunos de los problemas que nos enfrentamos los fotógrafos cuando tenemos que decidir entre una de las tantas inversiones que realizamos durante todo el año.

Esta es una de las formas que tengo de plantearme las compras  de productos fotográficos, siempre pensando en lo que realmente necesito, cosas que no se suelen hacer en los comienzos y de ahí que se produzcan muchas compras precipitadas que terminen en foros de segunda mano.

NOTA ACLARATIVA: La Real Academia de la lengua española ha decidido incluir en el diccionario la palabra ZUM supliendo la anterior palabra ZOOM.

Written by Vicente Alfonso