¿Correspondencia visual o versatilidad?

Hay ciertos trabajos en la fotografía donde quedarte sin la lente apropiada durante un minuto, puede echar al traste alguna foto de vital importancia. Por lo que al final, con tanta responsabilidad a las espaldas, uno duda si usar lentes muy versátiles o jugar con una correspondencia visual.

Al hablar de correspondencia visual, me estoy refiriendo a realizar un reportaje únicamente con lentes fijas, las cuales proporcionan siempre el mismo tipo de ángulo visual. Mientras que si trabajamos con zooms, esos ángulos varían en mayor medida.

El problema que encuentro a trabajar con lentes fijas, es el cerrar tus fotografías a unos determinados encuadres. Alguien que por ejemplo trabaje con un 35mm de base, nunca podrá hacer un plano muy amplio. Y en bodas, en la mayoría de las ocasiones nos toparemos con pequeños espacios, con no más de un metro de distancia para fotografiar, en la que no queda otra que abrir plano con un gran angular.

Imagino que al final todo dependerá de lo que un fotógrafo quiera ofrecer y crea conveniente cargar su estilo. Si tu estilo son planos cerrados, se deben evitar situaciones como las mencionadas anteriormente, y si te las encuentras, no quedará otra que tirar de planos muy cerrados y pocos detalles o pensar en otra foto.

Yo soy un fotógrafo que necesita versatilidad, nunca sé con lo que me voy a encontrar y no quiero encontrarme limitado. Quiero tener plena libertad visual y no perder detalle de lo que mis ojos ven. Partir de base con un 24mm (hablando siempre en FullFrame) lo veo fundamental. Incluso a veces me apetecería tener un 16mm, para dos o tres fotos muy puntuales, aunque ahora mismo es una adquisición en reserva, ya que ese tipo de fotos no compondrían ni el 1% del reportaje.

He visto sin embargo que hay fotógrafos que son más de un mismo tipo de plano, planos muy cercanos, buscando otro tipo de detalles. Me imagino que si no nos cuentan ellos de primera mano como se desenvuelven con algunas de las limitaciones que imponen esas lentes, no sabremos muy bien los trucos para evitarlos. No me gustaría verme en una situación de foto de grupo y no poder dar ese pasito atrás para que todo el mundo entre en el encuadre. Y os aseguro que en algunas casas que en algún momento de vuestra profesión como fotógrafos de bodas aparecerán, tendréis grandes limitaciones en cuanto a espacio se refiere.

Si algún día me decanto por trabajar única y exclusivamente con lentes fijas, tengo claro que empezaré con un 24mm o incluso algo más abierto, a expensas de perder el gran 35mm 1.4, ya que no veo lógico tener un 24 y 35.

 

Written by Vicente Alfonso