Imprescindible maquillaje y peluquería

La fotografía de moda, según la gente de la que me rodeo es una de las preferencias de la mayoría. Fotografiar a personas con distintos estilismos es un vicio que cuando se empieza no se puede dejar y si además tienes la suerte de trabajar de ello, mucho mejor.

No es nada fácil conseguir un peinado, maquillaje, vestuario y modelo acorde con lo que uno busca, muchas veces simplemente se tiene una idea la cual es muy complicada de expresar y que va saliendo una vez se tiene la cámara en mano.

La foto que encabeza esta entrada no sería nada sin el maquillaje y peluquería que realizaron Araceli y Yolanda Vizcaíno, y por supuesto sin la buena interpretación de la modelo María García de mis indicaciones. Lo que en un primer momento puede parecer sencillo, a la hora de trabajar no lo es, se realizan muchas fotos que van a ir directamente a la basura, pero que son imprescindibles para ver donde se falla y como llegar a lo que uno quiere.

Lo normal en los momentos que toca disparar, es que estemos pendientes únicamente de la modelo y sus expresiones, ir variando poco a poco sus movimientos, levantar más o menos la barbilla, abrir más o menos la boca, poner una mano por aquí, poner la otra mano por allí… hasta que finalmente encontramos esa foto que buscábamos, que a veces no llega hasta después de por lo menos 30 disparos. Una vez conseguida, vuelta a empezar.

Pero en esos momentos que sólo estamos pendientes de la modelo, debe haber un equipo detrás que te complemente, como la peluquera encargada de fijarse únicamente en el pelo, si está todo bien o ha fallado algo. La maquilladora, encargada de ver si se ha pasado por alto algo importante en el maquillaje y se necesita algún que otro retoque. El estilista, encargado de ver que todo el vestuario se está mostrando como debe… etc.

Es importante en estas sesiones contar a ser posible con un ordenador conectado a la cámara, para poder revisar directamente las fotos a un tamaño decente y poder apreciar todos los detalles, para así corregir durante la sesión los pequeños fallos que puedan surgir. Yo generalmente uso un portátil conectado a la cámara mediante un cable de 5 metros, donde se van grabando las fotos que voy realizando en tiempo real, por lo que así es mucho más fácil estar pendiente de todo el trabajo y no llevarte sorpresas una vez terminada la sesión.

También es importante usar flashes con un reciclado rápido, porque a veces necesitaremos disparar casi tres fotos por segundo y dependiendo del tipo de flash que usemos y la potencia, puede que esto no sea posible. No siempre los retratos son poses fijas, sino que a veces se suelen pedir ligeros movimientos de varias partes del cuerpo mientras se va disparando.

Y como siempre para terminar, después de una larga sesión, se hace una primera selección de las fotos, después a veces una segunda selección y se empieza con la edición del RAW para terminar con los últimos retoques con photoshop.

No os llevéis a engaño, cuanto mayor sea el personal que hay detrás de una foto, el resultado a buen seguro será mucho mejor.

Written by Vicente Alfonso