El atardecer

El atardecer es una franja horaria que comprende una situación un poco antes del ocaso hasta que finalmente el sol desaparece por el horizonte.

Seguro que hay una definición más concreta y correcta para ello, pero ésta es simplemente la forma en la que yo lo veo en fotografía.

Éste intervalo de tiempo es de lo más preciado en fotografía, dado que produce una luz muy cálida (también depende de la época del año) con unos contrastes entre sombras muy suaves.

Una vez estamos listos para realizar fotografías, es el momento de probar diferentes exposiciones, ya que el atardecer no siempre debe ser visto de la misma manera, sino que hay tantas como uno quiera buscar.

En la siguiente foto, podéis apreciar mi silueta y la de Susana. Se realizó con el sol muy bajo, aprovechando sus últimos rayos de luz.

Yo y Susana. Foto realizada con trípode.

Ahora bien, podemos aprovechar también para contornear las siluetas colocándolas justo delante de la luz del sol y exponiendo al sujeto principal. Se puede quemar el cielo para ofrecer un tipo de foto mucho más romántica (a mi parecer) o rellenar con luz artificial y ajustar la exposición al cielo, para conseguir una foto diferente. Y no sólo eso, el flare es otro gran aliado creativo que funciona realmente bien en determinados tipos de fotos.

Eduardo y María.

También es importante tener en cuenta, que a cuanto menos altura nos encontremos, más prolongada será la puesta de sol, aparte de si nos encontramos en una zona con altas montañas a nuestro alrededor o en plena costa de la playa.

Siempre que intento aprovechar una buena tarde, busco un lugar en donde no haya demasiados obstáculos a mi alrededor, para sacar todo el potencial del sol en sus últimos minutos, para finalmente tirar de iluminación de relleno y aprovechar los tonos anaranjados que nos ofrece una vez oculto tras el horizonte.

En Otoño a mi modo de ver la fotografía, aparecen unos tonos mucho más cálidos que en otras fechas, siendo ésta mi iluminación y época del año preferida para la fotografía. Aparte de que no sólo aprovechamos la fantástica luz que nos brinda el sol en estas fechas, sino que es mucho más habitual encontrarse cielos algo más encapotados, con la consiguiente ventaja para las sombras que eso conlleva. En contra, tenemos vientos más fuertes, frío y algo de lluvia. Pero quién ha dicho, que para conseguir algo bueno no haya que sufrir.

Written by Vicente Alfonso