¿Despistan los flashes en las bodas?
Hablando en la entrada anterior sobre la fotografía de bodas y la forma de trabajar de algún que otro fotógrafo, he aprovechado para sacar el tema de los flashes.
Actualmente en una boda la mitad de los asistentes tiene una cámara compacta y alguno que otro una cámara reflex, e incluso una buena cámara reflex.
Para el que trabaja realizando bodas el tema de los flashes es un problema, ya que en algunas ocasiones se meten en tu propia foto, generalmente quemándola o variando algunas tonalidades, destrozando por completo la foto y dejándola inservible.
A mi ya me ha pasado más de una vez esa situación, pero controlar a cada uno de los asistentes que realicen fotos es imposible y tampoco creo lógico prohibir a nadie hacer fotos, aunque si debería haber algún tipo de control para que al fotógrafo que está contratado pueda realizar el reportaje sin ningún tipo de problema.
Aparte ya no sólo es que realicen fotos en determinadas zonas, pues lo normal es tener un poco de tacto y no interferir en la zona de trabajo del fotógrafo, pero es que ya me he encontrado con gente que se mete en mi propia zona de trabajo durante toda la boda para realizar sus propias fotos, y aquí si que empieza a molestarme el tema. No me parece mal que algún que otro asistente realice fotos, siempre sin interferir en el trabajo principal, pero el que quieran formar parte del equipo, entorpeciendo el trabajo y arruinando muchas más fotos por tener los flashes mucho más cerca y continuos, es algo por lo que no estoy dispuesto volver a pasar. Llega un punto en el que tienes casi que pedir permiso para que se vaya de esa zona, porque la quieres usar tú.
No sé que hará la gente en esas situaciones, a mi por ahora me da algo de «palo» decir las cosas claras e incluso avisar a la persona correspondiente de la Iglesia para que no suceda, pero visto que he perdido algunas fotos, es algo que debo evitar a toda costa. Por suerte esas fotos no eran fundamentales, pero en una boda todos los momentos son irrepetibles (al menos en la iglesia) y perder una foto por culpa de un flash ajeno o porque te ha entorpecido alguien el camino, debe de ser bastante duro.
Sobre el tema de que no me importe que la gente realice sus fotos, es hasta cierto punto. No quiero imaginarme a 50 personas con compactas disparando constantemente durante la ceremonia. Creo que en esa situación sería imposible trabajar y espero que nunca suceda.
¿Qué opináis sobre estos temas?
excelente la foto de las ruinas, simplemente espectacular, enhorabuena 😀
@publikaccion: gracias 🙂
Muy interesante tu comentario y la reflexión que planteas. Yo, aunque no vivo de la fotografía, desde hace unos 40 años soy muy aficionado, y más de una vez la familia o amigos con pocos recursos me han nombrado «fotografo oficial», sobre todo en los tiempos analógicos… Eso sí, cuando han sido comuniones, bautizos o bodas colectivas, no solo he respetado al máximo el espacio y la labor de los profesionales, sino que además he sentido cierta vergüenza por la «competencia desleal», a pesar de que nunca he cobrado un duro y solo lo hacia con gente necesitada.
La cruda realidad que trasluce tu texto es que la supervivencia del oficio de fotografo de eventos está muy amenazada, al igual que las bibliotecas (de libros de papel) o en su momento los ya desaparecidos grupos de música que actuaban en las «salas de fiestas» los fines de semana y, en general, todo lo relacionado con el mundo audiovisual.
Son las cosas de la socialización de las nuevas tecnologias. Cualquier ciudadano con un minimo de talento, caradura y una reflex en condiciones puede darle un codazo y dejar en evidencia al profesional.
La única solución que se me ocurre es que los profesionales de la provincia o la comarca se organicen (hay muchos más motivos para organizarse), abonen un «donativo» anual al episcopado con la condición de que los curas se conviertan en foto-policias, prohibiendo las fotos o grabaciones que no sean de personal autorizado.
Esta claro que esto es mucho más eficaz que intentar concienciar a la ciudadania de la necesidad de respeto profesional del fotografo de eventos.
Saludos desde Andalucía, enhorabuena y gracias por tu trabajo.
@Decibelius: no se trata de competencia, se trata de que si estás cobrando por algo, que dejen trabajar al que realmente está contratado, que por algo se lo han dicho a él y no a cualquier otro. Pero son cosas dificilmente evitables, a no ser que se hable previamente del asunto con los novios (en ese caso) y que ellos avisen a los asistentes.
Gracias por darnos tu punto de vista.
Un saludo 😉
Es molesto. Este sábado tuve que hacer el reportaje de una boda (fotografía y vídeo) y había una cantidad increíble de fotógrafos. Yo tengo mi área de trabajo donde tengo mi camara de vídeo, y de donde suelo tomar fotografías y es muy molesto cuando se empiezan a meter, sobretodo por que tengo otra persona manipulando la cámara de vídeo y sin importar, pasan por enfrente de la cámara, algunos «supuestamente» agachándose para no verse en el vídeo, pero solo agachan la cabeza ¬¬ y pues se ve todo.
Es cierto que ellos también hacen su trabajo, pero creo que llega un punto en el que llegan a arruinar tu trabajo llegando a faltar al respeto. Yo los dejo trabajar pero ellos no hacen lo mismo.
En ocasiones suelo tirar algunas fotografías sin flash dentro del templo, el problema viene, cuando alguien tira con Flash externo, lo configuran a la máxima potencia, y adiós foto, salen totalmente quemadas, sin contar con los asistentes y sus compactas.
@josemcasav: pues si es tú trabajo y el resto de fotógrafos que supongo que no están contratados, no deben meterse por medio. Ellos si no están contratados no hace ningún trabajo.
Digo yo que los novios querrán las fotos de a quién van a pagar.
Saludos!
Exactamente. Siempre me acerco a los novios para comentarles que yo soy el «fotógrafo oficial» el que contrataron. Al final de la ceremonia siempre es la sesión de fotos con los invitados, y les digo que miren a mi camara, por que los demas fotografos tratan de imponerse tanto que los novios no saben ni a quien voltear. Lo peor es cuando te dicen: «A ver, quiero ver su contrato». Como si ellos fueran dueños del templo y decidieran quien toma fotos y quien no, y te contestan: por que yo soy del sindicato de bla bla bla y que tienes que tener esto y aquello. Yo solo los ignoro.
En este evento que tuve los novios si voltearon a mi cámara, los otros fotógrafos solo me miraban de reojo.
Lo primero que hago es hablar con los novios, y poner las cosas en claro: «ustedes deben mirar sólo a mi cámara». Si ellos no lo hacen o los familiares insisten en entorpecer mi trabajo, en varias ocasiones yo he bajado la cámara a la altura de la cintura y simplemente no he hecho la foto, y he puesto una cara fingida de muy malo. Entonces me preguntan los novios de si no voy a hacer la foto, y les digo que no, porque no puedo trabajar tranquilo. Y como hay un contrato de por medio con dinero adelantado, entonces les tengo en mis manos. Así que tiene que «arrugar» y terminan pidiendo ellos a sus familiares y amigos que se abstengan de tomar fotos. Yo soy un histérico cuando trabajo, y me gusta controlarlo todo, como un maniático, así que no me gusta por nada alguna intromisión, aunque sea del mismo padre de la novia. Si desde un principio tú pones las reglas claras, pienso que no deben haber muchos problemas; al menos eso es lo que practico con frecuencia aquí en mi trabajo. En algunas ocasiones un invitado se me ha puesto «sabroso»,como diciéndome que yo que me creo, que quién soy yo para prohibirle hacer fotos, entonces le digo bien clarito: «oye, tú crees que los novios van a estar felices si se enteraran que les malograstes sus fotos por interrumpirme como lo estás haciendo? ¿has venido como invitado o como fotógrafo?». Por lo general terminan dejándome en paz, porque cuando pongo la cara de malo, la pongo de malo.
Bueno Octavio, creo que tienes razón. Aparte cada quien tiene su forma de tomar la situación. Lo correcto creo que sería, en mi caso, hablo con los novios, les platico que mi cámara es la principal, que me tienen que dar la atención a mí, y ya después a sus familiares (porque todos querrán una foto con los novios). No falta aquel que se quiera pasar de listo y se te ponga al brinco, pero es nuestro trabajo y para eso nos contrataron, y por lo tanto debe haber un respeto. Ya si de plano los novios no te hacen caso, tú limítate a tu trabajo, y si te reclaman entonces coméntales: Yo fui a hacer mi trabajo, pero ustedes nunca colaboraron conmigo.
La semana pasada tuve una sesión fotográfica. La novia (que al parecer es algo «rebelde») decidió, a la hora de la sesión, irse con su esposo a otro lugar de paseo, por lo cual no hice la sesión a la hora pactada. Mi contrato fue con la tía de la novia, yo simplemente le dije: Mire, yo quede a esta hora realizar la sesión de fotos, se lo comenté a la novia y aun así se fue, y yo tengo que hacer esa sesión pero yo no puedo trabajar de esta forma. Al final llegaron unos 30 minutos antes del evento, no pude sacar todas las fotos que yo quería por que no hubo más tiempo, ya que al acabarse esos 30 minutos llegaría un mariachi, y bueno, ya no habría tiempo para la sesión. Pero uno tiene que poner las cosas claras porque al final no falta quien te reclame cuando ellos nunca pusieron de su parte.
alguien estaria interesado en hacer un reportaje de boda *PAGARIA* mi mail es ogayz@hotmail.com y mi telefono es 687852425 gracias
Es por eso que en el contrato que firman mis clientes yo especifico estas situaciones aclarando que si alguna foto no sale bien o se pierde por razones como las que mencionas, el fotógrafo, o sea, yo, quedo sin responsabilidad en estos casos, porque tampoco me voy a estar peleando con las personas en plena ceremonia. Saludos.