Mi primer estudio de iluminación

Hace unas semanas dado mi acercamiento al mundo de los retratos, decidí dar el salto al mundo Strobist y compré mi primer estudio de iluminación.

Strobist es una palabra que se usa cuando se trabaja con flash y este no se encuentra sujeto en la zapata de nuestra cámara. En otras palabras, cuando usamos iluminación artificial controlada en posiciones diferentes a nuestras ubicación, que se dispararán de manera sincronizada con nuestra cámara. Ya sea en laterales, por encima, por debajo, de manera inalámbrica o conectados mediante cables externos.

El conjunto se compone de tres flashes (cactus KF36 manual), con sus correspondientes receptores infrarrojos (cactus v4), tres piés de estudio, tres accesorios para acoplar el flash a los piés de estudio y poder añadir los tres paraguas blancos que también compré.

Luego a la cámara le acoplo el emisor y ya puedo disparar tres flashes a la vez en distintas posiciones, no más lejos de 15 ó 20 metros. Los piés pueden llegar a una altura de más de dos metros, y como mínimo un metro. Por lo que tengo alturas suficientes para todo tipo de posiciones.

Ahora el problema viene al elegir el fondo que debo usar. Si no es de un color totalmente uniforme, y además tiene arrugas, suele quedar bastante mal. Por lo que el fondo se debe cuidar mucho y no vale cualquier cosa. Aparte de que tampoco queremos reflejos, por lo que hay que evitar cualquier tipo de brillo del material que usemos de fondo.

He realizado pocas pruebas, casi todas han sido conmigo usando un disparador remoto, aunque tuve un problema. Y es que aparte de hacer interferencias con los receptores de los flashes (aún teniendo los canales cambiados), la cámara tenía un ligero retardo al ser disparada de forma remota, que sumado al disparador remoto para los flashes, hacía que a veces los flashes saltaran a destiempo, por lo que muchas foto quedaba oscuras.

Asi que, para evitar esos problemas, decidí usar el temporizador de la cámara, y de esa forma evité todo tipo de problemas, además de tener las dos manos libres.

Los paraguas al ser blancos (algo transparentes) no consiguen rebotar la luz al igual que lo haría uno plateado, por lo que suele venir mejor la luz directa, aunque como siempre, según que casos.

También en función de la potencia del flash, la distancia del paraguas, la distancia de la cámara y un montón de variables, la luz será totalmente diferente en una u otra escena. Por lo que el juego que se puede hacer con un sólo flash con paraguas es más que elevado, asi que si a eso le sumamos dos flashes más, todo apunta a que va a ser muy divertido.

Poco a poco os iré mostrando los resultados que voy obteniendo, así como contaros mis experiencias para que vosotros también empecéis a tener una idea de como funciona todo esto.

Written by Vicente Alfonso