Así se hizo la foto «El Abuelo…»

No siempre tenemos días buenos haciendo fotos. Es muy común llegar a casa con más de 500 fotos y quedarte sólo con una o dos, en el mejor de los casos. Otras veces directamente se van todas a la basura.

Pero a veces el barbecho fotográfico nos puede ayudar a evitar ese desastre.

Quizás no venga a cuento lo que os acabo de comentar para lo que realmente quería este post. Se trata de mostraros como se realizó la anterior foto, no sólo en su etapa de revelado, sino la situación y todo lo que lo rodea.

Comencemos desde el principio.

Noche de sábado, habíamos quedado algunos amigos en acercarnos a la heladería para tomar algo y de paso pasar un rato de cháchara, que siempre viene bien.

Como es habitual en mi, salí con la cámara por si las moscas. Personalmente no me cuesta llevarla encima.

Empezamos a tomar asiento, sin ningún tipo de predilección, aunque solemos sentarnos al lado de nuestras parejas, o en otros casos, el grupo de chicos por un lado y las chicas por otro (según vayamos llegando).

En esta ocasión me tocó un sitio interesante, ya que de frente a mi, tenía una zona oscura pero con una iluminación que me sedujo. También la casualidad fue, de que Jose Mari (le llamamos El Abuelo) se sentó en frente mia con ese interesante fondo detrás suya. Eso me iluminó y le pegué una buena sesión fotográfica. Además, también sé que es de los pocos que no se queja cuando le hago fotos, por lo que la combinación era perfecta.

También ayudó a la ambientación, el que sea de los pocos que fuman, y el humo del cigarro, con la iluminación del fono y la poca luz de la escena, le daban un estilo interesante a la combinación.

Dado ese escenario, con poca luz y el no querer usar el flash para no romper la ambientación, tuve la necesidad de subir el ISO para evitar la trepidación y usar una apertura suficiente para que toda la cara estuviera dentro de foco (pero también conseguir un bokeh interesante). Por lo tanto subí el ISO a 1600, la apertura la dejé en 2,5 y la velocidad de obturación en 1/30 para no subexponer la foto y llenarla de ruido. Además, exponiendo bien, la cámara consigue unos excelentes resultados a ese ISO. Me la jugué un poco con la velocidad de obturación, pero después de varias pruebas, vi que era suficiente para congelar la imagen con el movimiento justo.

Datos Técnicos:

Cámara: Canon EOS 40D
Exposición: 0,033 sec (1/30)
Aperture: f/2.5
Lente: 50 mm
Velocidad ISO: 1600
Tendencia de exposición: 0 EV
Flash: Off

Jose Mari tiene algo especial, y es que no para de hablar, por lo que le hacía fotos insisténtemente para captar algún momento interesante en sus diálogos.

Ninguna foto que le hice era posando, ya que no paraba de moverse, hablar y gesticular. Algo que me gusta en este tipo de fotos, porque le quita ese «aire» de preparación que a veces nos sobra.

Después de cada toma, iba repasando el histograma, el enfoque, el encuadre y todo lo que le iba dando un interés a la foto, para conseguir en la siguiente toma, un resultado mejor.

Ese resultado mejor se puede apreciar un poco en la pantalla de la cámara, pero no es hasta llegar a casa cuando ves realmente si hay alguna foto que merezca la pena. Por suerte, esa noche algunas la merecieron.

Después de seleccionar varias fotos con lightroom, marcándolas con sus correspondientes colores, decidí ponerme manos a la obra con la edición del RAW.

No necesité ajustar mucho, algo la exposición, un poquito de contraste y un poco de reducción de ruido. Todo directamente con el programa de revelado del LR. Luego se guarda en el ordenador en distintos tamaños, se añade un marco para subir a flickr y todo terminado.

A veces cuando nos empeñamos en algo, y no paramos hasta conseguirlo, suelen salir buenos resultados. Aunque los mejores llegan después de estudiar la escena. Y si para eso hay que tirar 1000 fotos, pues se tiran, que no nos cuesta dinero.

Written by Vicente Alfonso