Es un tema complicado y que a la gran mayoría se nos pasa alguna vez por la cabeza. Centrarnos en un estilo propio, o por contra tocar todos los palos.
Quizás el perfeccionar un estilo consiga que lleguemos a un nivel en nuestras fotos mayor que, el que conseguiríamos haciendo fotos de todo tipo de temáticas. Pero conlleva el problema de la monotonía y un posible aburimiento. No soy capaz de imaginarme la sensación que puede causar, el echar un vistazo al pasado y encontrarte con todas las fotos guardadas exactamente iguales, con la única variación del motivo.